Hola, me presento: Soy Cristian.

Ahora lo puedo decir abiertamente: yo nunca quise ser diseñador. Yo quise ser un (gran) cantante de canciones de amor. Pero, todo a mi alrededor se empeñó para frustrar mi vocación.

En realidad los diseñadores aprendimos a diseñar para suplir otras carencias. Lo han contado de mil maneras diferentes, pero todas con el mismo significado. Serrat dijo que se hizo cantautor para ligar minas ó algo así. Por lo general los chicos y jóvenes que de pequeños mostramos cierta inclinación hacia la comedia, la exhibición, el payaseo, éramos individuos muy bien dotados para hacer reír pero no tan atractivos como ese muchacho forastero que llegaba al pueblo en los carnavales de enero o febrero y se llevaba a todas las chicas de la calle. Ellas sólo tenían ojos para él. Los indígenas menos guapo nos las teníamos que ingeniar para llamar la atención.

Una de las maneras más eficaces era teniendo una guitarra y una voz. Se podía o no tocar bien el instrumento, pero lo fundamental era tener la guitarra y mostrarla con actitud. Si además se sabía tocar, el efecto era contundente. Si además se sabía cantar aquellas canciones de Alejandro Sanz, Ricardo Arjona o de Charly Garcia, la respuesta femenina era asombrosa.

Por eso canté. Y porque sabía que había nacido para ello, que estaba dotado de ciertas naturales condiciones. Siempre, siempre, me gustó la música, mucho, y me gustó cantar.

Viva el rock.